Los Masones que están en el medio de las Iglesias odian el así llamado fundamentalismo (o como ellos lo llaman también «integrismo») cristiano, y tienen entre sus objetivos eliminarlo de las Iglesias. Es por eso que nos odian y nos desprecian y nos calumnian, porque a sus ojos nosotros somos «fundamentalistas» cristianos.
Pero, ¿qué entiende la Masonería por fundamentalismo? Lo voy a explicar brevemente tomando un escrito del masón Othmar Dürler que habla del fundamentalismo: ‘La Gran Logia Alpina de Suiza pide a los masones de sus Logias, por el tema del estudio de marzo de 2001, si el fundamentalismo represente un peligro. Es evidente que hay diferentes respuestas, muchas de las cuales, en contraste entre ellas. Si por fundamentalismo entendamos simplemente la referencia saludable y convencida a los fundamentos de una propia creencia, respetando a los que piensan diferente, no se puede hablar de peligro. Pero sucede – la historia pasada y contemporánea lo enseña – que grupos étnicos enteros son erradicados porque poseedores de otros dioses, que masacres indescriptibles son perpetrados en el nombre de Dios por diversas cruzadas, que se muere en la hoguera por diferencias teológicas, que los hombres, las mujeres y los niños son masivamente degollados porque pertenecen a otra religión, que miles de jóvenes desaparecen porque no deseados por el régimen dictatorial, que en diversas plazas y calles del mundo se matan a los hombres simplemente porque deseosos de más libertad…Estos y muchos otros horrores de una ferocidad sin precedentes, causa de inmensos sufrimientos a una gran parte de la humanidad, vergüenza indeleble para muchos líderes religiosos y políticos, son todos el resultado de un fundamentalismo degenerado en hegemonía de poder y odio. Así que la respuesta a esta cuestión es implícita; el fundamentalismo puede ser, no sólo peligroso, sino que fue y sigue siendo la principal causa de todo el mal en esta tierra, guerras, persecuciones, masacres y otras formas de agresión entre los pueblos y grupos étnicos de diferente raza, credo, cultura… El Masón también se rehace a sus fundamentos, o sea basa su pensar y actuar en principios muy específicos y está orgulloso de sus tradiciones; por lo tanto, podría ser acusado de fundamentalismo. Entonces, ¿qué es lo que diferencia a un fundamentalismo del otro? Bueno, tanto en la Masonería como en otras creencias, la única manera de evitar el fundamentalismo degenerado es la Tolerancia. Sin embargo, también la Tolerancia puede tener las características del orgullo y de la superioridad. Pero el masón sabe que la Tolerancia, que se comprometió a vivir, es la de la igualdad, del respeto y sobre todo de la humildad, en cuanto es consciente de sus limitaciones y de la relatividad de la verdad. Por lo tanto, su misión es llevar y difundir en el mundo secular esta imagen, para que toda la humanidad pueda percibir la importancia y la belleza de ser hombres libres y de buenas costumbres. (…)’ (http://www.freimaurerei.ch/i/alpina/edi/2001-3-i.php).
Como se puede ver, según los masones, el fundamentalismo que no respeta el pensamiento o comportamiento diferente es un peligro, y luego debe ser combatido. Nosotros, por lo tanto, a los ojos de los masones somos fundamentalistas (o integristas) cristianos porque somos intolerantes tanto con aquellas conductas que son pecado en los ojos de Dios («pues el pecado es infracción de la ley» 1 Juan 3:4) como con todo esos pensamientos que, siendo contrarios al pensamiento de Dios, son errados. Y a pesar de que los masones sepan que no sentimos ningún odio hacia los que sirven el pecado y proclaman doctrinas que contrastan la Biblia, y de hecho no hacemos a ellos ningún mal, de todos modos nos odian, porque nuestro fundamentalismo no tiene tolerancia con lo que es maligno y perverso ante los ojos de Dios. Por otra parte, Jesucristo no fue tolerante con el pecado y las falsas doctrinas de su tiempo. ¿Por qué entonces nosotros que somos Sus seguidores deberíamos ser tolerantes con el mal y la mentira? ¿Por qué deberíamos respetar los pecados y las falsas enseñanzas de los hombres, incluidos los de muchos que se llaman cristianos? ¿Para hacer un favor a los masones, que son los siervos del diablo? En ninguna manera.
Así que nos seguiremos mostrando intolerancia hacia todo lo que es maligno y perverso y falso ante los ojos de Dios, sin hacer caso de los insultos que incluso muchos de los así llamados Cristianos, en su necedad e ignorancia nos lanzan a causa de nuestro «fundamentalismo» o «integrismo». Y sepan éstos, que si no se arrepienten, incurrirán en la ira de Dios que, en Su tiempo, les hará cosechar el mal hecho por sus lenguas y sus manos contra los justos.
Quien tiene oídos para oír, oiga
Por el maestro de la Palabra de Dios: Giacinto Butindaro
Traducido por Enrico Maria Palumbo