No temas


«No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino» (Lucas 12:32)

No temas cuando sientes que las cosas van de mal en peor; no temas cuando todo el mundo dice que el futuro es incierto y nadie sabe lo que podría suceder; no temas cuando la comida en tu mesa empieza a escasear; no temas cuando todos los del mundo se burlan de ti y te insultan y te dejan sólo; no temas cuando la gente del mundo habla mal de ti y se aparta de ti; NO TEMAS, porque todo lo que te pasará en esta tierra, todo lo que sufrirás y aprenderás aquí, serán las cosas necesarias que tendrás que aprender y vivir para ENTRAR en el Reino de los cielos, que el SEÑOR ha preparado también para ti, si es que un día has nacido de nuevo y tus pecados han sido perdonados.

No temas, por lo tanto, las malas noticias que llegan a tus oídos de todos los lados, porque TU DIOS, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el DIOS Todopoderoso que está en control de todo en Su creación, TE HA HECHO SU HIJO, entonces, Él cuidará de ti, en todas las cosas, porque Él no se olvida de ninguno de sus hijos, de ninguno!!

No temas, porque todo lo que odias, todo lo que sucede, servirá para hacer llegar ese día, ese momento PARA HACERTE ENTRAR EN EL REINO CELESTIAL, en paz y ALEGRÍA.

No temas, hermano, no temas, sólo cree en Dios y en su Palabra.

Por el hermano en Cristo Jesús: Giuseppe Piredda

Traducido por Enrico Maria Palumbo

Cristianos que buscan la perfección


perfeccion¡Cuántas veces me han dicho: «¡Usted nunca encontrará Cristianos perfectos!» A lo que yo siempre he respondido: «De hecho no busco hermanos perfectos, sino hermanos que buscan la perfección» – porque eso es lo que los discípulos de Cristo deben hacer, como está escrito: «perfeccionaos» (2 Corintios 13:11) – que es muy diferente. El problema hoy es precisamente esto, encontrar hermanos que buscan la perfección, ya que en la gran mayoría de las iglesias está ausente la búsqueda de la perfección porque la santificación es despreciada y pisoteada. Muchos sermones y enseñanzas que se sienten de los púlpitos de hecho se proponen de una manera u otra justificar, aprobar y promover el mal, y por lo tanto defender y animar a los que se complacen en el mal más que en el bien. Sin embargo, todavía existen los que buscan la perfección, porque Dios todavía tiene un remanente de almas que Le teme y tiembla ante Él.

Los que se niegan a buscar la perfección, entonces nos dicen: «¡Miren a Jesús, Él es el único perfecto!» Como decir en resumen: «¡No miren a las faltas de los hombres! Donde ‘faltas’ significan sus falsas doctrinas, sus escándalos, sus obras impías, sus fraudes, y otras cosas similares. Entonces nos respondemos que, de hecho, sólo miramos a Él, y por eso buscamos la perfección como nos ordena hacer la Palabra de Dios. Y al hacer esto, es inevitable que nos retiremos y separemos de todos aquellos que SE NIEGAN A BUSCAR LA PERFECCIÓN porque no quieren mirar a Jesús: no de aquellos que son imperfectos, porque ninguno de nosotros ha llegado a la perfección, sino de aquellos que desprecian la búsqueda de la perfección ya que se complacen en el mal y la falsedad habiendo cambiado la gracia en libertinaje y por lo tanto con sus conductas impías hacen culpar a la doctrina de Dios y blasfemar al nombre de Dios. No queremos tener nada en común con ellos, porque son propagadores de herejías y escándalos, y les refutamos advirtiendo públicamente a los santos. Esto es lo que también harían los apóstoles si estuvieran vivos.

Por el maestro de la Palabra de Dios: Giacinto Butindaro

Traducido por Enrico Maria Palumbo

Una palabra de exhortación para los soldados de Cristo


armor-of-god«Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado» (2 Timoteo 2:4).

Tengo en mi corazón una palabra para ti, que eres un soldado alistado para la buena milicia por Cristo Jesús, para hacerte saber esto:

«Ya se impone la necesidad, a causa de los tiempos malos que corren, las cosas están precipitando bruscamente en el mundo y también en la Iglesia de Cristo, entonces, no hay tiempo para pensar mucho acerca de qué hacer, más bien hay que pelear la buena batalla de la fe (1 Timoteo 6:12), por la verdad con fuerza y pasión».

Habla, pues, no calles, mientras lo puedas hacer.

Es inútil que estudies la armadura espiritual que Dios ha prometido dar a sus hijos, si luego nunca vas a la batalla y siempre estás en silencio.

Tú sabes que hay un cielo que vencer, por lo tanto, debes saber que también hay una batalla en la que hay que participar activamente.

Ármate, pues, y desciende a la batalla junto a los ejércitos del Dios vivo y verdadero.

¿No oyes los insultos y las palabras vergonzosas y engañosas lanzadas contra Dios y Su pueblo por los muchos Goliat que hay hoy en día, tanto dentro como fuera de la Iglesia?

Si tú también las oyes, entonces haz como David, según la gracia que Dios te ha dado, desciende a la batalla, abre la boca para proclamar la verdad y lo que es justo, y tapa la boca a los habladores de vanidades y engañadores que han invadido las Iglesias de Cristo.

«Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad» (Hechos 18:9-10).

Hay la buena milicia en curso, un pueblo de Dios prisionero que debe ser liberado de la seducción del maligno, y hay muchos que esperan por la redención del alma por medio del anuncio del Evangelio de Cristo.

¿No sientes en tu corazón para hablar en contra de las mentiras del pastor, los ancianos y las demás personas que hablan en contra de la sana doctrina presente en la Biblia? En tal caso pasa por alto, el cristianismo no es para ti, tal vez puedes suscribirte a un club, donde se mueven los peones sobre un tablero. La huerta, ¿has tratado de hacer la huerta? Trata de hacer la huerta, pero deja el cristianismo, porque se está desarrollando una guerra espiritual, donde se pierden y ganan almas.

Sólo si estás dispuesto a sufrir y luchar por la verdad puedes llamarte cristiano, o sea seguidor de Cristo, pero si no estás dispuesto a sufrir por el Señor, o haces muchos razonamientos artificiosos para adecuarte a todas las falsedades de los pastores y del mundo, entonces, no estás hecho para el cristianismo, no lo toques, no es algo para ti.

¿No te acuerdas de que están escritas estas palabras que Jesús dijo?

«Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán» (Juan 15:20)

¿Te consideras un cristiano, pero no quieres ser perseguido, ni sufrir a causa de la verdad y de la Palabra de Dios? ¿Los sentimentalismos llevan la mejor parte en tu vida? Entonces no eres apto para el reino de Dios.

No puedes más esconderte, has sido salvado por Dios para luchar por la verdad y la Palabra de Dios, Jesús no murió para darte el lujo de calentar las sillas de la comunidad, para sonreír y decir siempre y sólo «Paz; Jesús te ama; Dios te bendiga…». Tú has sido salvado para proclamar estas palabras a los perdidos: “Arrepiéntanse y crean en el Evangelio», y a los creyentes rebeldes: «Arrepiéntete y abandona tu pecado, y Cristo te perdonará y te restablecerá en Su presencia».

Esto sólo como un ejemplo, pero se podrían decir muchas otras cosas similares.

Recuerda que fuiste comprado por precio, y ahora estás bajo el reino de Dios, y tienes que obedecer las leyes de Cristo, tú no eres un SIN LEY, libre de hacer lo que te plazcas. Ahora eres un esclavo de Cristo, por lo tanto, obedece a nuestro Señor Jesucristo, estudia las sagradas Escrituras, ora y trabaja para tapar las bocas de los muchos charlatanes y engañadores que circulan en este mundo.

Cristo Jesús y los apóstoles han luchado, han hablado, han defendido los mandamientos de Dios y Su Palabra. ¿Y tú?, en cambio, ¿Qué quieres hacer? ¿Todavía quieres callar? Oye, ya ha llegado el momento, si te mantienes silencioso, otros gritarán, pero cuando necesitarás algo de Dios, espera que Él no mire hacia otro lado, como tú lo estás haciendo ahora para no ver que se está haciendo una batalla épica por la verdad y la palabra de Dios.

Los cobardes no heredarán el reino de Dios, conócelo esto, porque está escrito, y no se puede ignorar:

«Pero los COBARDES e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda» (Apocalipsis 21:8)

No te pongas demasiado cómodo en el sofá viendo la televisión, no coloques demasiado bien tu toalla de playa, no te regodees demasiado sobre el hecho de que Dios es amor, porque Él es también justo y veraz, y no va a negar Sus propias palabras, y si Él ha dicho que los COBARDES tendrán su parte en la MUERTE SEGUNDA, que es el lago que arde con fuego y azufre, no sea que tú también estés entre ellos.

«Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Judas 3)

Por el hermano en Cristo Jesús: Giuseppe Piredda

Traducido por Enrico Maria Palumbo

Espera en Él


1969343_10203491411181817_3284436963957196698_nEl tiempo pasa inexorablemente, y tú continúas orando con fe y con un corazón íntegro a Dios, pero Dios sigue sin contestar tu oración. Y estás tentado a pensar que Dios no ha oído, que tu caso no Le importa, que está indignado contra ti y entonces rechaza tu oración. Luego, de repente Él te concede la peticíon por la que has orado por tanto tiempo, y que has deseado tanto que te contestase. En ese momento entonces lloras, y reconoces que Él es fiel, y luego doblas las rodillas delante de Él y Le agradeces de todo corazón.
Hermano, tu oración está delante de Él, AGUÁRDALE, porque «El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles» (2 Crónicas 16:9 ‘NVI’). Él oye la oración de los justos (Proverbios 15:29).

Por el maestro de la Palabra de Dios: Giacinto Butindaro

Traducido por Enrico Maria Palumbo

He aquí las características que deben encontrar en sus conductores


10934086_10204447198878284_7744008175110284523_n

– DEBEN SER IRREPRENSIBLES [Si no lo son, si no tienen un buen testimonio por los que están fuera, si han cometido pecados graves, como la fornicación y el adulterio, es mejor que no les sigan y no les escuchen, porque no han sido irreprensibles y ya no tienen una buena reputación.

– NO DEBEN SER SOBERBIOS [Todos somos hijos de Dios, salvos por gracia, todos somos hermanos en Cristo nosotros que hemos sido regenerados espiritualmente, entonces ¿por qué los conductores deben erigirse? ¿Qué tienen que no hayan recibido de Dios? ¿Por qué deben creer que sean superiores a los demás? ¿Por qué desprecian a los pobres? El orgullo de la vida es algo que a Dios no le agrada, y con el tiempo humillará a los arrogantes y a los altivos]

– NO DEBEN SER IRACUNDOS [los conductores no pueden dejarse ir a la cólera, enojarse por poco, de hecho, deben ser mansos y humildes de corazón, como lo fue Jesucristo]

– NO DEBEN SER DADOS AL VINO, NI A ORGÍAS [Los conductores deben ser moderados en todo, incluso en el comer y beber, deben ser un ejemplo en todo, incluso en la mesa]

– NO DEBEN SER PENDECIEROS [Ellos no deben usar sus manos, ni pelear con nadie, porque la violencia está prohibida, y el conductor debe ser un ejemplo en todas las cosas. Deben en cambio soportar, en lugar de responder con violencia, incluso si han sido tratados injustamente]

– NO DEBEN AMAR AL DINERO [no deben siempre estar allí desde el púlpito a pedir dinero a los hermanos, porque si lo hacen, es evidente que en el corazón tienen el dinero, eso es lo que quieren y por lo tanto lo exigen continuamente. Quien ama el dinero es un siervo de Mammon en lugar de Dios]

– DEBEN SER HOSPEDADORES [Los conductores, los ministros y los ancianos, deben ser un ejemplo también en la hospitalidad, por lo tanto deben invitar constantemente a los hermanos, tanto para conocerlos mejor como para cuidarlos personalmente, y porque de esta manera se les enseña como se debe practicar la hospitalidad]

– DEBEN SER AMANTES DE LO BUENO [Si el conductor debe amar el bien, significa que debe aborrecer el mal, entonces debe reprender la maldad, la falsedad, la hipocresía, se debe ver que él lucha por el bien y la verdad, y que está en contra de las mentiras y falsedades y la hipocresía. Si no odian el mal y no luchan contra él, pero están en silencio, incluso cubren el mal que muchas personas hacen, entonces pongan mucho cuidado, no están en presencia de un siervo de Dios, sino del diablo, que trata de ocultar el mal]

– DEBEN SER SENSATOS [los conductores deben ser un ejemplo para el rebaño de Dios incluso en la sabiduría, en el caminar y en el hablar con gravedad e inteligencia. Pero si sus líderes están desprovistos de inteligencia, no entienden lo que dicen y lo que hacen, ¿cómo podrán encontrar la solución correcta en el Señor por todo lo que pasa en la Iglesia? No pueden, porque son, de hecho, faltos de entendimiento]

– DEBEN SER JUSTOS [Ellos no deben tratar a las personas con parcialidad, los ricos no son más importantes que los pobres, no se puede tratar bien a los ricos, y maltratar a los pobres. No se debe actuar para los intereses monetarios y conveniencia personal. El justo reprende al impío y encomia a los que se santifican y hacen buenas obras. Pero hoy estamos viendo que en las comunidades abundan los conductores que reprenden y desalentan a los que se santifican y quieren crecer espiritualmente, y fomentan y fortalecen los brazos de los impíos]

– DEBEN SER SANTOS [Primeramente los conductores deben ser salvos, por lo tanto deben ser salvados y santificados por Cristo Jesús; en segundo lugar, deben seguir permaneciendo santos, separados del mundo, y no deben vivir entregándose a la concupiscencia de la carne y los placeres de la vida. Si los conductores no se santifican y se dan a los placeres de la vida, imagínense de lo que van a hacer las ovejas del Señor que ellos guían]

– DEBEN SER DISCIPLINADOS [En cada cosa deben tener un auto-control completo, no deben darse a ningun exceso, más deben ser moderados en todas las cosas. Esto también es un fruto del Espíritu Santo, si no se manifiesta, y si no son un ejemplo de templanza, entonces ustedes están corriendo un grave peligro. Tengan cuidado con estas personas y todos aquellos que no tienen las características que deben tener, como se dice en la Biblia]

– DEBEN APEGARSE A LA PALABRA FIEL QUE HAN ENSEÑADO LOS APÓSTOLES Y JESÚS [No deben demostrar que están apegados a sus estatutos y reglamentos, sino que deben predicar la Palabra, deben creer en la Palabra de Dios, y defenderla contra todo lo que va en contra de la Palabra. Aquel que cree que la Biblia es REALMENTE la Palabra de Dios, se apegará a ella, no se desviará de ella por ninguna razón. Pero si uno no cree que es la Palabra de Dios, entonces anulará los mandamientos, los cuales están escritos en ella y la despreciará con sus falsas enseñanzas y su conducta rebelde]

– DEBEN SER CAPACES DE EXHORTAR A LOS DEMÁS CON LA SANA DOCTRINA [Ellos deben ser capaces de mover los corazones de los hermanos, deben exhortar con la sana doctrina de la Palabra, deben enseñar a las ovejas del Señor a obedecer todos los mandamientos escritos en la Palabra. Pero antes de exhortar a los demás y reprender y amonestar a los desordenados, deben ser fervientes y fieles hacedores de Palabra de Dios. Si ellos no practican primeros la palabra de Dios, ¿cómo podrán exhortar a los demás para que se adhieran estrictamente a ella y obedezcan los mandamientos de Dios? No podrán, y los hermanos se extraviarán en su conducta de la verdad de la Palabra]

– DEBEN SER CAPACES DE CONVENCER A LOS QUE CONTRADICEN [Las Iglesias están llenas de personas que contienden y que se rebelan contra los mandamientos de Dios, porque no quieren atenerse a ellos y quieren sentirse libres de hacer lo que les gusta. No, esto no es posible, y los ancianos y los ministros de Dios son puestos en la Iglesia precisamente para demostrar bíblicamente a los que contradicen que se equivocan y que deben atenerse a la verdad de la Palabra de Dios. Sin embargo, esta es una característica CASI COMPLETAMENTE AUSENTE en las diversas iglesias porque los conductores son ignorantes en el conocimiento de las Escrituras, y ni siquiera pueden probar las doctrinas fundamentales a los católicos y a los testigos de Jehová, utilizando sólo la Palabra de Dios. Sin prepararse el discurso con un pedazo de papel, sin llegar a la intervención de los demás, no son capaces de demostrar nada. Su ignorancia en el conocimiento de las Sagradas Escrituras es a veces abismal, algo que incluso algunos creyentes recién convertidos que leen la Biblia desde pocos meses pueden notarlo. También estas capacidades vienen de Dios y si no las manifiestan, significa que Dios no se les ha dado, entonces, no pongan su confianza en ellos]

– DEBEN SER MARIDOS DE UNA SOLA MUJER [Hermanos en el Señor, esta característica es importante para un conductor, para un anciano, para un ministro de Dios, de hecho, Dios ha establecido que sus siervos tengan una sola esposa, por lo tanto, no deben ser divorciados y recasados. Tengan cuidado con los que les digan lo contrario, porque las Escrituras son claras en este tema. Mejor creer y atenerse a lo que la Biblia dice en lugar de escuchar a los engañadores y el espíritu de error]

– DEBEN SER DECOROSOS [los conductores deben comportarse de una manera conveniente en todo, sin costumbres y formas de vida y hábitos que pueden ser vistos como extraños o extravagantes. El vestido es importante, siempre deben estar vestidos y no desnudos o vestidos de manera impropia e insensata]

– DEBEN SER APTOS PARA ENSEÑAR [Esta característica de los conductores y de los ancianos es fundamental, de hecho, un pastor, o un anciano, que no es capaz de enseñar, que no es capaz de transmitir una enseñanza, una doctrina a los miembros de la comunidad, significa que no puede ser considerado anciano o pastor. Cuando el Espíritu Santo establece los ancianos en medio de la Iglesia, les dará la capacidad de enseñar, de transmitir el conocimiento de la verdad de la Palabra a los santos, pero si no tienen esta capacidad, entonces no pueden absolutamente asumir el cargo de ancianos, ni de pastores. No es suficiente tener la tarjeta de pastor en el bolsillo para ser pastor de una comunidad de Cristo, sino que se debe tener la Palabra de Dios en el corazón y en la mente, y también se debe tener la capacidad de transmitir a los demás el misterio de Cristo y todas las demás verdades doctrinales de la Biblia, si no todas, al menos las principales]

– DEBEN SER AMABLES [Jesús fue manso y humilde de corazón, y así deben ser también sus ministros]

– DEBEN GOBERNAR BIEN SU FAMILIA [Desdichadamente, hay muchos pastores y ancianos de las varias comunidades que tampoco saben gobernar su propia casa, ni siquiera sus esposas están subordinadas a ellos, imagínense por lo tanto si podrán gobernar la Iglesia y recibir el respeto y la obediencia de los miembros de la comunidad. Comiencen a reprender y someter a su esposa y sus hijos, y sólo entonces podrán presentarse para gobernar la Iglesia de Cristo]

– NO DEBEN SER RECIÉN CONVERTIDOS [es bueno que los ancianos no sean recién convertidos, no sean ni joven de edad ni de conversión. Esto porque es necesario que los ancianos tengan experiencia, tanto de las cosas de la vida en general, como en lo referente a la fe en Cristo y la Palabra de Dios. Un conductor de comunidad que es joven, es probable que caiga en el orgullo, y por lo tanto será condenado como fue condenado el diablo, por su orgullo]

Todas estas cosas se enseñaron y se impusieron por el apóstol Pablo a Timoteo y Tito, para que les tuviesen en cuenta en el gobierno de las Iglesias de Cristo, y para elegir a los ancianos, como leemos en estos pasajes bíblicos:

– Tito 1:7-9 y 1 Timoteo 3:1-7.

Que Dios bendiga a su pueblo y establezca para cada comunidad ancianos y ministros de acuerdo a su voluntad.

Por el hermano en Cristo Jesús: Giuseppe Piredda

Traducido por Enrico Maria Palumbo

Informaciones importantes para los músicos que tocan para el Señor


10888845_10204203675710357_3084375857733455796_nConsideración sobre la afinación de los instrumentos de cuerda:

«El DO central en el piano afinado en LA a 440 Hz es 261,626 Hz mientras que el mismo DO afinado en LA a 432 Hz es 256 Hz, que es un múltiplo de 8 (x 32 = 256), que es la frecuencia base de la Tierra.»

«…Giuseppe Verdi, en 1884, propuso en una carta a la Comisión de Música del gobierno italiano para que se adoptase el diapasón científico (Do = 256 Hz, que corresponde a La = 432 Hz) para el bien de los cantantes y la interpretación musical, y pidió a «todo el mundo de la música» para adoptar esta afinación, ya que «la música es un lenguaje universal, ¿por qué entonces la nota que tiene el nombre LA en París debe ser un bemol en Roma?» Giuseppe Verdi se negó a dirigir una de Sus obras, la Fuerza del Destino, en Nápoles, porque la orquesta era afinada en LA = 450, como lo es hoy en día en muchos teatros de ópera, como Salzburgo, Berlín y Florencia,….»

«Con el LA verdiano (La = 432 Hz) es otra cosa», dijo Piero Cappuccilli, gran barítono verdiano en la primera conferencia sobre el diapasón científico que tuvo lugar en el Instituto Schiller en Casa Verdi en Milán.

«… En 1988, participó, junto con Renata Tebaldi, en la primera conferencia internacional del Instituto Schiller para volver al «La verdiano», o diapasón científico, o sea aquel La = 432 Hz que el mismo Verdi quiso por decreto en 1884 y del que se se han alejado en los últimos años todas las orquestas de ópera, imponiendo una afinación alta (La = 448 Hz en Berlín, Salzburgo y Florencia), que es entre los responsables de la escasez de voces verdianas…»

«La música es coherente con la afinación en 432 Hz»

«El sonido del Universo está sintonizado en 432Hz ¿por qué la música de hoy está en 440Hz?»

«Verdi escribió una carta a la comisión, afirmando: «Desde que se adoptó en Francia el diapasón normal (que entonces estaba en 435Hz),
yo aconsejé que fuese seguido el ejemplo también de nosotros; y pedí formalmente a orquestas de varias ciudades italianas para que se bajase el diapasón y se adaptase a la normalidad francés. Si la Comisión musical instituida por nuestro gobierno cree que, por necesidades matemáticas, se deban reducir las 435 vibraciones del diaposón francés en 432, la diferencia es tan pequeña, casi imperceptible para el oído, que adhiero voluntariamente. Sería un grave error, muy grave error, adoptar como han propuso en Roma un diapasón de 450 vibraciones. Yo, también, son de la misma opinión de que la reducción del diapasón no quita nada al sonido y al garbo de la ejecución; sino por el contrario da algo más noble, más completo y majestuoso que no podrían dar los gritos de un diapasón demasiado agudo. Por mi parte me gustaría que se adoptase un único corista en todo el mundo de la música. El lenguaje de la música es universal, ¿por qué entonces la nota que tiene el nombre de LA en París o Milán debe convertirse en un bemol en Roma? «…. El diapasón normal «(LA en 435Hz) al que se refiere Verdi es el del Museo del Conservatorio Nacional de París, mientras que el «diapasón científico», mencionado en el decreto, se aprobó por unanimidad en el Congreso de los músicos italianos de 1881. En 1939 los nazis en Alemania, en cambio, determinaron los 440 Hz, como clave oficial del diapasón «normal».

[Fuente: Distintas páginas web]

Hermanos en el Señor que tocan y cantan en la Iglesia de Cristo, documéntense con cuidado también sobre este tema y provean ejecutar la afinación en 432 Hz, abandonando la afinación en 440 Hz, todo será mucho más armonioso para la gloria del Dios vivo y verdadero.

Recuérdense que está escrito:
«Cantadle cántico nuevo; HACEDLO BIEN, tañendo con júbilo» (Salmo 33:3)

Por el hermano en Cristo Jesús: Giuseppe Piredda

Traducido por Enrico Maria Palumbo

Conocer la Verdad hace libre


juan-8-vs-32

«Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8:32)

Esto significa que sin el conocimiento de la verdad una persona no puede ser libre, y es esclava de alguien o algo.

Por lo tanto, querido hermano o hermana en el Señor, si realmente quieres ser libre, tienes que saber que debes conocer la verdad, toda la verdad de la Palabra de Dios, porque sólo entonces serás REALMENTE libre.

Si tu corazón y tu mente se cierran solamente en lo que dice tu pastor y tu organización sabe que eres esclavo de ellos, y que eres PRISIONERO.

Asimismo, recuerda que está escrito:

«Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos» (Oseas 4:6).

Si eres verdaderamente libre, es decir, si conoces lo que está escrito en la Palabra de Dios y te atienes a ella, no tendrás miedo de leer y confrontarte con todas las cosas que se dicen, pero si tienes miedo de leer o escuchar algo, esto es la prueba clara de que no estás seguro de esa verdad que tienes y temes que te puedan mostrar algo que desplace todas tus creencias que has tenido durante años, y puedas ver que son erradas.

El problema está ahí y es muy obvio, y no es escondiendo tu cabeza en la arena, no es tapando tus oídos y tus ojos que podrás llegar a la solución definitiva.

Debes saber que la verdad te hallará, tarde o temprano, lo que sea que decidas hacer hoy, llegará el día en que tendrás que ponerte de acuerdo con la verdad de la Palabra de Dios, y espero que no sea demasiado tarde.

Que Dios bendiga a toda su Iglesia que se atiene firmemente a los santos mandamientos de Su Palabra.

Por el hermano en Cristo: Giuseppe Piredda

Traducido por Enrico Maria Palumbo

Restauradle con espíritu de mansedumbre


10407649_10202891291779207_1248005202133453551_n

«Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado» (Gálatas 6:1)

Los buenos administradores


flower_in_the_handDice el apóstol Pedro: «Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén» (1 Pedro 4:10-11).

La gracia de Dios es multiforme y, de hecho, cada uno de nosotros, aunque es un miembro del Cuerpo de Cristo, recibió de Dios un don o una capacidad diferente. Como bien dice el apóstol Pablo a los santos en Roma: «…teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada…» (Romanos 12:6). Por lo tanto, el creyente no debe pensar que por el hecho de que no haya recibido el ministerio de apóstol, (tomo este ministerio como ejemplo), como lo recibieron Pablo, Pedro, Juan, y otros, o tal vez el de profeta como lo recibió Agabo, no es un miembro del Cuerpo de Cristo, o tal vez un miembro de segunda categoría. Él no ha recibido ese don porque Dios decidió darle otro don, pero sigue siendo un miembro del Cuerpo de Cristo útil a todos los demás miembros del Cuerpo. Como en el cuerpo humano, aunque los miembros sean diferentes y tengan diferentes funciones, todos pertenecen a un solo cuerpo, y cada miembro desempeña una función útil para todo el cuerpo (y se tenga en cuenta que el cuerpo humano ha sido construido de esta manera por Dios), así también en el Cuerpo de Cristo, aunque cada uno tenga una función distinta en virtud del plan de Dios, todos son partes del mismo organismo vivo y, por lo tanto, cada uno es útil en alguna forma al otro.

Pero, como también hemos visto, Pedro dice a cada uno de nosotros para administrar sabiamente la multiforme gracia de Dios, él dice que lo hagamos como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios y, es decir, ministrando nuestro don a los otros; no al servicio de nuestro vientre, no al servicio de intereses personales, sino al servicio de los otros miembros del Cuerpo de Cristo. Y esto para que Dios sea glorificado por medio de Jesucristo. Y sí, porque lo que cada uno de nosotros debe siempre tener en cuenta es que todo lo que somos llamados a hacer, tenemos que hacerlo para la gloria de Dios, como está escrito: «Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Corintios 10:31).

Hermanos, tengan bien en cuenta que cada uno de nosotros algún día estará ante el tribunal de Dios para darle cuenta de la administración que hemos llevado a cabo con los bienes de nuestro Señor y Maestro. No importa cuál sea el don que se ha recibido de Dios o cuántos dones se hayan recibido, nadie va a escapar de este rendimiento de cuentas. Pablo dice a los Corintios que «se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel» (1 Corintios 4:2), procuremos, pues, fidelidad a Dios y en ese día sin duda se nos dirá: «Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor» (Mateo 25:23).

Por el maestro de la Palabra de Dios: Giacinto Butindaro

Traducido por Enrico Maria Palumbo

Consolados para consolar


caminho__meio[1][1]El apóstol Pablo dice a los Corintios: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios» (2 Corintios 1:3-4).

Dios, pues, hermanos, nos consuela en todas nuestras tribulaciones; no importa cual tipo de tribulación, Él nos consuela, por supuesto, de la manera que Él quiere. Es por lo tanto un error pensar que mientras nosotros sufrimos, Dios no hace nada para ayudarnos, que está lejos de nosotros y desinteresado a nuestra causa. Yo que escribo he vivido la veracidad y fidelidad de esta declaración de Pablo; cada vez que me sentí triste, Dios en su misericordia me ha consolado. A veces lo ha hecho con un versículo de las Escrituras que Él me recordó por el Espíritu de Dios; otras veces con un sueño divino o una visión – Jesús durante su agonía en Getsemaní, ¿no fue tal vez consolado por un ángel que se le apareció del cielo (Véase Lucas 22:43)? -, otras veces con la llegada de un hermano sincero y honesto («… nos consoló con la venida de…» 2 Corintios 7:6), a veces incluso con palabras de aliento que me ha dirigido por algún creyente, otras veces a través de los servicios que puso en el corazón de algunos creyentes hacia mí, a veces haciendome llegar a los oídos buenas nuevas de lejanas tierras, y luego liberandome de la aflicción que estaba enfrentando y que me hacía sufrir mucho. En verdad nuestro Dios «consuela a los abatidos» (2 Corintios 7:6 ‘NVI’).

Pero en este punto es bueno señalar la razón por la que Dios nos consuela. Como dice el apóstol, de hecho, Él nos consuela para que podamos consolar a otros. Así que Dios nos imparte su consuelo para que consolemos, a través de ello, a los que están en cualquier tribulación. ¿Nunca han dicho a un hermano abatido: ‘Hermano, anímate, el Señor es fiel, he pasado el mismo problema que estás pasando y el Señor me ha contestado liberandome’? ¿Y al oír estas palabras el hermano se sintió aliviado? Por lo tanto, tanto las aflicciones como los consuelos que Dios nos envía, son para nuestro bien personal de los otros hermanos. Así que cuando, hermano, estás en un apuro que te hace sufrir mucho y te preguntas: ‘¿Pero por qué Dios permite esto?’ recuerda que Dios quiere usarte para consolar, por la consolación que te dará a su tiempo, a los que están en cualquier tribulación.

Recuerden que Dios no sólo es el Dios que nos aflige en su fidelidad, pero también Aquel que siempre en su fidelidad nos consuela; Él hiere, pero venda la herida.

Concluyo dirigiendoles estas palabras de Pablo y que las he hecho como si fueran mías: «Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos» (2 Corintios 1:6).

A Dios sea la gloria ahora y para siempre. Amén.

Por el maestro de la Palabra de Dios: Giacinto Butindaro

Traducido por Enrico Maria Palumbo