¿Nosotros los cristianos podemos decir de ser ya salvos?


retiroClaro que lo podemos decir de hecho Pablo dice a los Efesios: «porque es por gracia que ustedes sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios»  (Efesios 2:8), y a Tito dice: «pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo» (Tito 3:4-5). Esta salvación ya experimentada por nosotros es la salvación del pecado según que está escrito: «y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia» (Romanos 6:18); la salvación de la maldición de la ley porque, dice Pablo, «Cristo nos ha rescatados de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición» (Galatas 3:13); la salvación de la vana manera de vivir según dice Pedro: «sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis  de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación…» (1 Pedro 1:18-19); la salvación del poder de las tinieblas (y claro de los dominadores de este mundo de tinieblas) según esta escrito: «Él nos ha rescatados del poder de las tinieblas y nos ha transportados en el reino de su amado Hijo, en el cual tenemos redención, la remisión de pecados» (Colosenses 1:13-14). Hay todavía también una salvación que tenemos aun que experimentar que es la de la ira a venir (precisamente porque es llamada a venir todavía no ha venido) según que está escrito: «pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida (Romanos 5:9-10). Cuando Jesús dijo: «mas quien habrá perseverado hasta el final será salvado»  (Mateo 24:13), se refería a esta salvación futura. Esta salvación futura incluye también  «la redención de nuestro cuerpo» (Romanos 8:23) que nosotros experimentaremos a la venida de Cristo porque será entonces y sólo entonces que los cuerpos de todos los creyentes (sea los que ya han muertos que los vivos) serán transformados y hechos inmortales, gloriosos e incorruptibles (1 Corintios 15:52).

Entonces, si por una parte podemos y debemos decir que hemos sido salvados, por la otra podemos y debemos decir que tenemos en nosotros la esperanza de la salvación futura, esperanza de que tenemos la certeza de ver el cumplimiento porque la fe que Dios nos ha dado «es certeza de cosas que se esperan» (Hebreos 11:1).

A Dios que nos ha destinados a obtener la salvación por medio del Señor nuestro Jesucristo, sea la gloria ahora y para siempre. Amén.

 

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